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PREOCUPA A LOS VECINOS DE VILLAGUAY LA INSTALACIÓN DE ANTENAS 5G – HAY UN PETITORIO EN MARCHA

mayo 4, 2024

Vecinos de nuestra ciudad preocupados por el avance de la tecnología que se sospecha tiene consecuencias nocivas para los seres humanos, presentarán una nota al intendente y al concejo deliberante la próxima semana con un pedido de informe de cada una de las torres con antenas de tecnología 4G y 5G que se han instalado o se instalarán en el departamento, la potencia radiada efectiva y altura sobre el nivel del mar que se encuentran cada una de ellas, como asi mismo el número de expediente municipal de cada una de las estructuras que que utilicen esta tecnología, también las condiciones de las mismas, si están activadas o bien la fecha en la que está prevista la activación.

Decir que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia son inocuos es falso si no se acompaña de la frase “a los niveles habituales de exposición”. Dichos niveles están decenas o centenas de miles de veces por debajo de los de seguridad marcados por ICNIRP. Es lo que han demostrado numerosos estudios y revisiones sistemáticas de exposición personal en condiciones reales. Pero hay efectos constatados derivados del uso de dispositivos y que no son consecuencia de las radiaciones que emiten. Así, se ha demostrado que su uso puede provocar dependencia, problemas musculares, malas posturas y que condicionan nuestras relaciones personales y hábitos saludables. Dichos efectos, sin embargo, no son denunciados por los movimientos en contra de estas tecnologías.

Negar la evidencia, ¿con qué fin?

Quizá piense que existe cierta controversia científica en este tema. Habrá oído que “numerosos científicos alertan de los efectos” en cuestionables llamamientos internacionales, algún informe como el Bioinitiative o declaración política ajena a la Unión Europea, como la declaración 1815 del Consejo de Europa. Todos tienen en común su falta de rigor, el establecimiento de límites de forma arbitraria o la extrapolación inadecuada de estudios en animales o de laboratorio sin tener en cuenta las condiciones reales. En 30 años, no se ha publicado una revisión sistemática o metaanálisis –los estudios con mayor fortaleza en ciencia– que demuestre sus alarmantes augurios y peligros para la salud (efectos sobre el sueño, la concentración, fisiológicos, hipersensibilidad o, incluso, cáncer).

Conclusión, no sabemos demasiado, pero tememos los resultados…