Esta es la décima edición consecutiva en que Brian “Huesito” Acevedo participa de la Fiesta Nacional de la Artesanía de Colón.

“Mi rubro es metal y el oficio es la forja de cuchillos”, explica a El Entre Ríos el artesano oriundo de barrio El Brillante de San José.

Cuenta que comenzó hace 12 años mirando videos en YouTube. Y reconoce que la feria permite “el conocerse con colegas”.

“La cuchillería tiene varias ramas. Uno se inicia con machetes viejos y luego empieza a recuperar material a través del reciclado, como discos de arar u hojas de sierras”.

También habla del forjado, una técnica milenaria que consiste en “llevar el material a una forma aproximada a lo que queremos y luego se termina con otras herramientas”.

En cuanto a los mangos, explica: “Tenemos de madera natural (nacionales e importadas) con un proceso para que el agua o el uso no los afecte. También hay micarta de papel, un material sintético a base de resina y algunos cabos en asta de ciervo que el animal las voltea naturalmente y se encuentran en el campo”.

En vivo

Este martes alrededor de la hora 21.00, Brian Acevedo trabajará en vivo en la fiesta colonense.

Quienes visiten el paseo artesanal ubicado sobre boulevard Ferrari tendrán la posibilidad de ver “el paso a paso, desde cómo empiezo hasta el cuchillo terminado” mientras responde a las inquietudes del público.

“Por lo general, llevo para mostrar cómo se trabaja con un bolillero viejo en desuso, hasta dejarlo listo para trabajar con una lijadora de banda, que permite rectificar, perfilar y hacer el desbaste para que la pieza se parezca a un cuchillo”.

Otras de las cosas que forman parte de su producción es el acero damasco multilaminado. “Es una multiplicación de capas de acero; en mi caso, de 250 a 400 capas. Comienzo con dos tipos diferentes, uno con alto contenido de carbono y otro con níquel, y se cortan en partes iguales. Comienzo con diez capas de cada uno, las pongo alternadas hasta armar un paquete que se suelda y se lleva al fuego. Una vez que está en temperatura de caldeo (1.150° a 1.250°), se empieza a estirar y esas 20 capas iniciales se multiplican hasta la cantidad que uno desea, formando como un hojaldre”.

“Después se sigue con el patrón, que es el dibujo que queda en el cuchillo. Como cualquier otro cuchillo, se desbasta, se pule y por último se mete en un ácido (cloruro férrico)”.

Para seguirlo en las redes: @huesitoacevedo (Instagram), Brian El Hueso Acevedo (Facebook).

Fuente: El Entre Ríos