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Usaron insecticida para combatir al dengue en una escuela: docentes y estudiantes fueron afectados

junio 8, 2023
Estudiantes y docentes de la Escuela Nº 75 Del Bicentenario, de Paraná, se vieron seriamente afectados en la salud como consecuencia de haber tomado contacto con un insecticida usado en las aulas del establecimiento escolar para combatir el mosquito vector del cengue.

La fumigación se llevó adelante el sábado 3, pero el producto quedó concentrado a raíz de que no se habría aireado ni aseado correctamente los espacios donde se aplicó el producto.

Así, el lunes 5, a primera hora, con el ingreso de los escolares, comenzaron los problemas con alumnos y trabajadores de la educación descompuestos, con dolores de cabeza, hinchazón en la piel, irritación en ojos, garganta y fosas nasales.

A un alumno se le tuvo que colocar oxígeno en el centro de salud a raíz de que no podía respirar. La suspensión de las actividades llegó luego de las 11 de ese día que se desencadenaron los problemas y retornan este jueves.

En un operativo que se desarrolló en cuatro escuelas de Paraná, el Consejo General de Educación (CGE) de Entre Ríos dispuso la fumigación de los edificios como parte de las tareas de combate contra el aedes agipty, el mosquito transmisor del dengue. Las aplicaciones se realizaron el sábado 3, a primera hora de la mañana, pero en uno de los establecimientos, en la Escuela Nº 75 Del Bicentenario, algo salió mal.

La comunidad educativa tomó conocimiento de la fumigación el mismo sábado, cuando el rector del colegio público –donde se dicta en turno mañana y tarde educación de nivel primario y secundario–, Mauricio Godoy, informó al grupo de docentes de las tareas que se estaban llevando adelante en el edificio. Y fue el lunes temprano, con el inicio de clases, en el ingreso a las aulas, cuando los estudiantes y docentes comenzaron a percibir un fuerte y penetrante olor del pesticida que de inmediato causó irritación en las fosas nasales y fuerte dolor de cabeza que impedía desarrollar el trabajo con normalidad.

El personal solicitó que se suspendan las actividades pedagógicas para poder limpiar y ventilar las aulas, de modo de despejar los químicos residuales, según se relató a ERA Verde. Pero la autorización no llegó enseguida, sino recién aproximadamente las 11, cuando el rector no esperó más y decidió interrumpir el dictado, enviando a los alumnos a sus casas porque, en efecto, mucho de ellos comenzar a sentir molestias que los obligó a retirarse antes de la escuela, totalmente descompuestos. También el turno tarde suspendió las actividades para poder asear las aulas, tarea que se tornó dificultosa porque las ordenanzas también fueron afectadas por la deriva tóxica que quedó encerrada en el edificio.

Pero no todo quedó así. Por los grupos de padres y madres de whatsApp, así como los de docentes, comenzaron a alertar de que continuaban las consecuencias en la salud de quienes tomaron contacto con el pesticida en la escuela: dolor de garganta, irritación en los ojos, ronchas en la piel como producto de una severa reacción alérgica, jaquecas, hinchazón en las manos e incluso varios con vómitos. Hubo un caso de un estudiante que fue derivado del centro de salud donde recibió las primeras atenciones. El problema se suscitó porque los profesionales de la salud no sabían qué tratamiento darle porque desconocían la formulación química que le produjo los síntomas de intoxicación y que obligó a colocarle oxígeno con asistencia respiratoria.

De acuerdo a lo que explicó a ERA Verde un profesional con conocimiento en control de plagas urbanas, el producto utilizado, pemetrina, con el nombre comercial “Depe” es el que usualmente se utiliza para los casos de combate del mosquito del dengue. Pero según entendió el experto, se tendrían que haber tomado recaudos, como haber tenido que ir a la escuela luego de la aplicación, el domingo, abrir las aulas, o en todo caso el lunes, unas horas antes del ingreso de los niños y niñas, airear y limpiar el mobiliario, para retirar el producto residual que pudo haber quedado depositado en bancos y pupitres.

Fuente: Era Verde – Entre Ríos Ahora