La falta de seguridad en la ciudad fue tema de debate en la última reunión del Consejo Superior de la CODEGU.
Planteado el tema a sugerencia de varios consejeros de las entidades miembro, quedó expuesta una problemática que afecta a la ciudad toda; algunos por ser víctima directa, pero todos coincidiendo en que la ciudad se ha vuelto insegura.
La inseguridad que se abate sobre Gualeguaychú no registra antecedentes y, por lo tanto, necesita de medidas urgentes y eficientes.
La sensación de desamparo que sufre la comunidad amerita una solución que deje a un lado la zozobra y el miedo que padece a diario, y esto sólo es posible con un trabajo orgánico, integrado y colaborativo entre los distintos resortes del Estado.
Si bien pueden subyacer cuestiones de fondo como una legislación laxa que no permite penalidades ejemplificadoras y eso necesita de un gran acuerdo político en el Congreso de la Nación, hasta tanto ello no suceda el vecino no puede quedar a la buena de Dios.
Se coincidió en CODEGU de forma unánime que hay factores que nos exceden, pero otros son de neta incumbencia local. En ese sentido, hoy falla de manera alarmante la tarea de prevención, que incumbe a las fuerzas de Seguridad (principal actor la Policía Departamental), a la Municipalidad de Gualeguaychú, entre otros. A nuestra Policía por ser el primer eslabón de ello en cuanto a competencias directas y a la Municipalidad porque el control sobre terrenos ociosos llenos de vegetación, el deficiente alumbrado público y la escasa colaboración con el tema cámaras son su responsabilidad.
Hoy la ciudad no cuenta con un Centro de Vigilancia y Monitoreo acorde a las necesidades y dimensiones reales de Gualeguaychú, y existen muchas cámaras que ni siquiera están integradas a un sistema de control, resultando un contrasentido que en tiempos donde reina la tecnología, la misma no esté al servicio de los vecinos.
Se concluyó también que resulta imposible soslayar el componente delictivo asociado a la droga, que sacude los cimientos de la sociedad como nunca antes y que necesita un abordaje amplio, interdisciplinario y efectivo. Más de un vecino podría indicar cada lugar que en su barrio se comercializa droga, por lo que se infiere que las fuerzas de seguridad si no lo saben podrían acudir a ellos para saberlo y en coordinación con la justicia combatirlo.
Desde CODEGU se desea asumir como siempre una postura colaborativa, en esta problemática en términos de prevención, por lo que se pone a disposición la “Mesa de Economía del Conocimiento” para encontrar allí saberes tecnológicos locales que podrían diseñar un proyecto de ciudad inteligente, donde estratégicamente se articulen cámaras, monitoreo, alarmas tempranas, patrullajes, atención del vecino, etc. etc. Para ello es imperioso contar con voluntad política que avale este proyecto con decisión y presupuesto. El monitoreo diagramado y capacitado de carácter preventivo distribuido en las Comisarías urbanas, podría ser una de las herramientas directas en esa planificación estratégica de prevención contra el delito. Y en aquellos casos que el delito no se pueda prever, se pueda esclarecer rápidamente.
Por todo lo expuesto, resulta imperioso que la política en todos sus escalones se asuma decididamente en defensa de los vecinos, ya que la gravedad de la problemática no acepta grises, ni cosmética electoral, sólo medidas firmes, claras y concretas.
