El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, continúa en su afán de conformar un frente “antigrieta” para dar la pelea por la Presidencia de la Nación.
Este miércoles al mediodía, el gobernador encabezó un encuentro con dirigentes justicialistas y de otros espacios políticos de distintos puntos del país. Allí ratificó la voluntad de seguir trabajando en un armado nacional.

Participaron el riocuartense Humberto Roggero, los bonaerenses Eduardo Camaño, Mabel Müller, Oscar Rodríguez, Gilberto Alegre, Omar Azad; los porteños Hugo Quintana, Pascual Albanese y Pablo Challulla; Santiago Lamberto (Santa Fe); Marcelo López Arias (Salta); Julio Díaz Lozano (Tucumán); y los jujeños Horacio Macedo y Juan Macedo.

Por Entre Ríos estuvo el gualeguaychuense Emilio Martínez Garbino, quien en las últimas elecciones legislativas de 2021 apoyó la candidatura de Rogelio Frigerio.

El entrerriano que se espera en esa tribu es, en rigor, Gustavo Bordet. En reiteradas publicaciones de medios nacionales se insiste con la inminente incorporación del gobernador entrerriano, lo que no sucederá.

Amalgamar a lo que se conoce como “zona núcleo” como sustento de una propuesta electoral nacional “antigrieta” no convence a Bordet. En primer lugar porque no se nutre de otras fuerzas. Una primera foto con Mónica Fein y Schiaretti pareció darle un empujón, pero la semana pasada el Partido Socialista anunció que tiene cerrado un acuerdo con Juntos por el Cambio. Antes Facundo Manes amagó con tributar en el espacio, pero nunca más se supo.

A Bordet no lo enoja que lo mencionen en las crónicas en las que se informa sobre su casi seguro pase a esa liga. Con muchos de ellos, como Schiaretti, comparte ideas y perfil de gobernante. Sólo que sabe que su amigo coterráneo está obligado a lanzarse a una pelea nacional para mantener Córdoba. Martínez Garbino lo entenderá. Jorge Busti le endilgaba a las candidaturas provinciales del gualeguaychuense la necesidad de sostener o recuperar su ciudad.

Fuente: Federico Malvasio para Página Política