Esta mañana se suicidó un empleado del Hospital Neuropsiquátrico Luis Ellerman, de Rosario del Tala, que había sido denunciado por una paciente del centro asistencial al que había acudido luego de ser víctima de violencia de género y resultó acosada por el trabajador.
La Justicia intervino luego de la denuncia de la víctima y le impuso medidas de restricción al trabajador, a cargo de los talleres del Hospital Luis Ellerman, y la prohibición de acercamiento a la mujer. Enterado de la situación, el Ministerio de Salud le abrió un sumario.
El decreto de Salud destaca un hecho relevante: al Hospital Ellerman, donde trabaja DC, las iniciales del trabajador, “atiende a usuarios de salud mental en forma específica, por lo que aunque no se estén restringidos en su capacidad, los mismos se infieren vulnerables, y por lo tonto precisamente el personal que se desempeña en el mismo, teniendo total conciencia de ello debería extremar el cuidado en su accionar dada las consecuencias negativas que podrían resultar en un usuario de salud mental, que precisamente asiste a los talleres, no solo para realizar y perfeccionarse en determinadas tareas, sino como una opción de procesos de recuperación e inserción social, teniendo en cuenta los fines de la Ley de Salud Mental”.
Cuando ese primer caso tomó estado público -lo reveló Entre Ríos Ahora-, una segunda mujer contó haber sido acosada por el trabajador. «Yo asistía a tu taller, ya que me internaron por intento de suicidio por depresión y te aprovechaste del estado en el que me encontraba, eso es lo que hacés, nunca me animé a hablar porque siempre me decías que si se enteraban perdías todo, trabajo y familia. Hoy escribo nerviosa y temblando entera, tengo tanto para decirte y me gana la rabia. Y siento mucho miedo», contó una mujer, AB, que posteó su relato en Facebook.