El vecino, domiciliado en la calle Donovan, accedió al pedido del supuesto “empleado bancario”, lo recibió e hizo entrar en su vivienda para entregarle la suma que, convertida a la moneda nacional según el valor informal del dólar, el robo ascendería a más de 4,5 millones de pesos.
Horas después, uno de los hijos advirtió que sus padres habían sido estafados y dio cuenta a la fuerza policial, cuyos funcionarios se abocaron a encontrar testigos del movimiento del estafador, procediéndose también a la búsqueda mediante cámaras de video de las inmediaciones.