Enzo Vargas tenía 22 años. Anoche, minutos antes de las 10 pm, estaba comprando en un kiosco cerca de su casa, en la esquina de República Argentina y Pierola. De golpe, irrumpieron dos sujetos armados a bordo de una moto 150 cm cúbicos y, sin mediar otra circunstancia, lo acribillaron con 6 balazos 9 mm.
Cuando arribó al lugar el móvil 97 de la Policía de Entre Ríos, Vargas agonizaba. Fue trasladado de urgencia al Hospital Masvernat, donde finalmente falleció antes de las 23. Las balas que habían ingresado a su cuerpo eran varias. Una le atravesó el cráneo, otra perforó el tórax y una tercera la región lumbar.Tres testigos presenciales declararon que Vargas estaba en el kiosco -en una zona de Concordia que es frecuente escenario de enfrentamientos violentos- cuando fue sorprendido por dos hombres que llegaron en una motocicleta color rojo. Uno de ellos, al que identificaron como Exequiel Rodrigo Alejandro Monzón, bajó del rodado, apuntó y disparó. El otro, Enzo Nicolás Escalante, lo esperó para emprender rápidamente la futa.En el lugar, se hizo presente el Fiscal Martín Núñez, quien ordenó de inmediato que una comisión policial fuera hasta la casa de Monzón, quien cumple prisión domiciliaria. Allí lo encontraron y lo detuvieron de manera efectiva.

También Escalante cursa prisión preventiva, pero cuando los efectivos llegaron a su residencia, había huido.

Tanto Monzón, miembro de una familia estrechamente ligada a la UOCRA (Unión Obreros de la Construcción), como Escalante, están imputados en otra causa, acusados de formar parte de bandas armadas que habrían protagonizado varios hechos de violencia y muerte.

El fiscal Núñez dispuso anoche que tanto a la víctima como a Monzón se les practicara el Dermo – test, pericia que intentará aportar pruebas para la causa.

El despliegue policial en el lugar del crimen incluyó a la Comisaría Séptima, la Jefatura Departamental y las Divisiones Criminalística e Investigaciones, entre otras.

Fuente: El Entre Ríos