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Murió el represor Miguel Etchecolatz a los 93 años

julio 2, 2022

Ex jefe de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar estaba condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.

El represor murió a las 5.30 en la Clínica Sarmiento del partido bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial, informaron fuentes de las querellas en su contra.

El genocida, que se encontraba detenido en la Unidad 34 de Campo de Mayo, había sido internado el pasado 27 junio en la institución médica de San Miguel, a donde fue trasladado desde la clínica Estrada de Merlo.

Etchecolatz fue condenado en 2018 a la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado; violación, en grado de tentativa, en concurso real con abuso deshonesto; “y privación ilegal de la libertad cometida por funcionario público agravada por mediar violencia o amenazas y tormentos agravados por la condición de perseguido político de la víctima”.​

El ex jefe de la Policía Bonaerense había sido condenado nueve veces por delitos de lesa humanidad, sumando en mayo de este año su última condena por haber secuestrado y torturado a siete víctimas y haber asesinado a otras tres en el centro clandestino de detención conocido como “Pozo de Arana” junto a otro ex policía Julio César Garachico.

Nacido en la ciudad de Azul el 1 de mayo de 1929, su nombre también quedó asociado con la desaparición del albañil Jorge Julio López en 2006, quien hace 16 años acusó a Etchecolatz de torturar y comandar masacres.

La declaración de López como testigo fue determinante en una causa en contra del ex policía, en la cual años después fue condenado a reclusión perpetua. “Es un asesino serial, no tenía compasión”,había dicho López en junio de 2006, cuando declaró ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF 1) de La Plata, que presidía Carlos Rozanski.

Rubén López, hijo de Jorge Julio López, lamentó que el genocida “haya muerto sin decir dónde están” muchos de los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.

“Tengo una especie de dolor de estómago. Estoy nervioso, no es por tristeza, tampoco es por alegría porque se haya muerto una persona que quizá fue el culpable de la desaparición de mi viejo. Es muy difícil explicar el sentimiento que tengo en este momento”, expresó Rubén en declaraciones a la agencia de noticias Télam.

López rememoró que Etchecolatz “desapareció a muchas personas, a muchos chicos de la Noche de los Lápices, torturó a muchos otros y se llevó a la tumba el secreto de dónde está Clara Anahí, la nieta de (Isabel Chorobik) ‘Chicha’ Mariani” y apuntó que “estaba cumpliendo 9 condenas a perpetua, pero le faltaban un par más”.

En tanto, Guadalupe Godoy manifestó que “en los juicios siempre se juega, por más que no esté explicitado, una suerte de esperanza que (los represores) digan dónde están (los desaparecidos)”.

“Muchas veces son los familiares quienes explicitan o piden dónde están los y las desaparecidos, dónde están los pibes apropiados. Recuerdo a ‘Chicha’ Mariani pidiendo que digan de una vez dónde está Clara Anahí. En el caso de Etchecolatz, la pregunta fue: ¿Dónde está López?”, indicó la letrada.

Además, consideró que “esta situación genera pensar en todas y todos los que pelearon tantos años para que haya justicia en este país y que lograron que Etchecolatz muera condenado y en cárcel común”.