Mientras esperamos que alguna de las vacunas en proceso de investigación gane la carrera y llegue a nuestras manos, mucho se ha hablado este año del uso de Ivermectina, un medicamento muy popular en el mundo veterinario, para tratar a los pacientes de Covid-19. La primera publicación llegó a principios de abril de la mano de científicos australianos, que demostraba que el uso de este antiparasitario inhibía la replicación del SARS-CoV-2 en cultivos in vitro.
A mediados de septiembre llegó el turno de nuestros científicos del CONICET, que comunicaron que la administración de Ivermectina en dosis de 0.6 miligramos por kilo de peso, incrementaba la eliminación del tan odiado virus.El primer ensayo clínico realizado a 45 pacientes –de los cuales solo 30 recibieron la medicación y el resto actuó como grupo control- pareció ser la “buena noticia” que algunas provincias necesitaban y Corrientes se paró en el podio de las que ya implementan este tratamiento.

Por estos días se confirmó que el gobierno de Corrientes, con un incremento de casos, prescribe este fármaco al personal de salud que acepte probarlo.

También El Entre Ríos pudo confirmar que profesionales médicos en Concordia también lo hacen, aunque no exista ningún aval oficial para ello. En Catamarca se registran faltantes de este medicamento.

¿Estamos verdaderamente listos para implementar el uso de Ivermectina como tratamiento? Jorge Errecalde, médico veterinario y vicepresidente de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, consultado por el sitio Bichos de Campo, sostuvo que hay que ser cautelosos, porque los datos recolectados no sirven aún para comprobar su eficacia al 100% ni tampoco para definir las dosis de administración correctas.

“Es muy apresurado. Esta publicidad que rodea a la Ivermectina hace que la gente consuma productos veterinarios que son para implementar por vía inyectable a animales. Se trata de un fármaco que tiene menos purificación del que se utiliza en comprimidos para la administración en seres humanos”, explicó.

Para Errecalde, los estudios son muy prometedores y en un futuro cercano podríamos conseguir implementarlo como un tratamiento más. Sin embargo, en este momento se están administrando dosis distintas en diferentes rincones del país sin un correcto estudio ampliado de casos. Recordemos que la Ivermectina es un antiparasitario y no un antiviral.

“Hay que ser cautelosos e ir paso a paso. Ese producto no es para administrar por boca, es formulado en base a un fármaco que no es tan puro como el que comercialmente se dispone en comprimidos.”, afirmó el especialista.

Por el contrario, Errecalde, junto a otros investigadores, se encuentran trabajando en un spry nasal de Ivermectina para analizar la concentración del fármaco en plasma y tejidos. El estudio que se probó en cerdos hasta el momento, fue realizado por la cátedra de Farmacología de la Universidad de La Plata, en colaboración con la Universidad Nacional del Centro, la Fundación Mundo Sano y el Laboratorio ELEA.

Aunque los resultados son prometedores, Errecalde no quiere adelantarse ni pensar aún en plazos para pruebas en humanos. “No es una prueba de eficacia sino de concentración Es totalmente experimental por el momento”, concluyó.

Si bien aún la ANMAT no se expide al respecto, es posible que autorice su uso compasivo (sólo en pacientes críticos). En relación a esto, Carlos Lanusse, investigador del Conicet, dijo que si bien hay provincias como Corrientes, Jujuy, Salta, Santa Fe, e incluso varios municipios del Conurbano bonaerense, que ya la están usando, la regulación de la ANMAT marcará un antes y un después.

Fuente: Bichos de Campo y El Entre Ríos